Comencé este camino en el 1994 sin saber que terminaría dedicándome a mi propio mundo.
Era Jueves Santo y estaba camino del colegio, cuando sentí una presencia que yo sabía que ese día había fallecido. Pensé que era fruto de mi imaginación “¿Un espíritu? ¿Por qué? Me tomarán por loca”. Pero empecé a comprender como una energía era muy importante y comencé a leer y a preguntar a gente, el por qué. 

Al poco tiempo decidí contárselo a mi madre y a partir de ahí, decidí formarme en Madrid, estudié una manera de poderme comunicar con el mundo espiritual y empecé mi camino en el mundo del Tarot, mi camino que ahora ves. 

Por esa misma época visité varios lugares y formas de creencias en el mundo espiritual, pero yo solo creía en el mío propio, en aquellos entonces comencé a estudiar por amor sobre lo que quería con una mano que nadie veía y que siempre me ayudaba cuando lo necesitaba. 

Así viví mis primeros pasos como Tarotista y médium con tan solo 15 años, donde compaginé mis estudios de cocina con lo que yo amaba más profundamente, que eran el tarot y el descubrimiento de mi verdadero yo. 

Tardé al menos dos años y medio hasta el que la gente empezara a buscarme. 

Recuerdo que me decían, si era yo, al ser tan joven. Se extrañaban de mi juventud. 

Cuando comenzaba a hablar de sus familiares, el sentimiento era tan profundo, que comenzaban a llorar y sanar el dolor que tenían dentro.